¿Qué es la enfermedad?

¿QUÉ ES LA ENFERMEDAD?

EnfermedadNuestro cuerpo está regido por una tecnología que traspasa nuestro propio entendimiento. Los mecanismos de que dispone para realizar sus funciones, son más mágicos y más incomprensibles cuánto más los estudias. Es como si pilotáramos un vehículo con tecnología extraterrestre; es decir, que vivimos dentro de él. Lo utilizamos, lo disfrutamos, o lo padecemos, pero no podemos fabricar algo que tan siquiera se le parezca.

El hecho de que esto sea así, nos tiene que proporcionar una dosis de humildad, cada vez que intentamos comprender sus reacciones o su lógica. En mi caso soy plenamente consciente que, cuando trato con mis pacientes, estoy tratando con creaciones divinas y, evidentemente, es la parte que me trasciende a mí la que, en todo caso, les puede ayudar.

Este preámbulo lo hago para situar dentro de un contexto lo que llamamos enfermedad. Ésta, bajo mi punto de vista, podría definirse como: «Un desajuste en nuestra vivencia física, mental y emocional.»

La enfermedad nos mantiene presos dentro de nosotros mismos y, siempre y en todos los casos, tiene unas connotaciones físicas y emocionales. En mi caso, la homeopatía y la medicina china me ayudan a entender muchos de estos procesos; aunque, como siempre digo, lo que sabemos del cuerpo humano -incluso uniendo todas las medicinas-, equivale a un grano de arena en una playa.

La enfermedad nos enfrenta a nosotros mismos y nos da la señal de alarma de que hay algo que podemos hacer mejor.

No estoy de acuerdo en que – como se suele decir- “todo es psicológico” y, tampoco en que cuando los análisis salen bien (no todo sale en los análisis), nos digan que “eso es stress”. Incluso hago broma con lo del stress, diciendo que, con el tiempo que llevo oyendo esa frase, ya podría ser “es cuatro”.
Es decir, nuestro cuerpo tiene su propia lógica y nosotros vivimos dentro de él; para ser libres solo podemos hacerlo de una manera holística e integral.

He visto hasta la saciedad que, después de limpiar un hígado y desinflamarlo, la persona en concreto se enfadaba menos y que, cuando una persona presenta una mejoría en el riñón, tiene menos miedo y menos incertidumbre. Ello me da a entender que no podemos inhibirnos del coche que pilotamos, que todo va en un pack y que, aunque las razones para que sea así escapen a nuestro entendimiento, es de sentido común aceptarlo, de la misma manera que no cuestionamos que el sol salga por el este y se ponga por el oeste.

Es nuestra percepción la que nos relaciona con el mundo que nos rodea. Es nuestra percepción la que hace que una persona sea ingeniera y otra actriz; que uno sea un “manitas” y otra una gran cocinera. Nuestra percepción determina nuestro nivel de conciencia con todo lo que nos relacionamos. La manera de curarnos y de trascender la enfermedad la vamos a hacer en función de nuestra percepción y de nuestro nivel de conciencia.

A veces, aplicando nuestro nivel de conciencia normal y, con los métodos que nosotros consideramos lógicos, no nos curamos.
Me gusta decir una frase que me define: “Cada vez que he hecho lo contrario de lo que pensaba… me ha ido bien”. A esto hay autores que le llaman “Un salto cuántico”. Pienso que, cuando la enfermedad no se soluciona con los métodos razonables, es la razón lo que te tienes que cuestionar.

Me parece maravilloso que nuestro ser y nuestro cuerpo nos puedan poner en situaciones en las que tengamos que trascendernos a nosotros mismos para sanar, y muchas veces, para sobrevivir.
Es evidente que el “libre albedrío” no es un don fácil de gestionar, pero si lo tenemos, es porque tenemos la capacidad de gestionarlo, aunque a veces haya que poner toda la carne en el asador.

Bajo mi punto de vista, estar enfermo no es una opción. La salud es un don y un legado maravilloso que trasciende nuestro cuerpo e impregna a todos los que nos rodean. Nosotros no sólo debemos tener salud para con nosotros mismos, sino para con nuestros seres queridos.

El hilo conductor de cualquier sistema de sanación es el amor. Y éste se puede manifestar con un remedio homeopático, con una infusión de tomillo, con un masaje, con una limpieza de chacras, o con unas agujas clavadas en la oreja. Pero nuestra conciencia y nuestro entendimiento lo van a utilizar para ponernos en la línea de la salud.

Una persona sana es una persona libre que vive en la verdad.

 Juan consulta (5)

Juan Rodríguez Valero

Homeopatía, Medicina china,                                                 Medicina quántica