SIEMPRE QUE PUEDAS, ABRAZA UN ÁRBOL
Con la llegada del otoño, la naturaleza nos brinda con un mosaico de colores, que invita a dar un paseo por nuestros bosques.
Al caminar entre sus árboles, no entendemos muy bien que nos ocurre, pero nos invade un sentimiento que no se puede explicar con palabras y tan sólo nos queda disfrutar del silencio, de la sensación de bienestar, de paz y tranquilidad.
Podemos buscar una explicación a esta sensación, por ejemplo, remontándonos a la historia. Los Celtas creían que cada árbol poseía un espíritu sabio y que sus rostros podían verse en la corteza de sus troncos y sus voces escucharse en el sonido de las hojas moviéndose con el viento.
También encontramos alguna referencia, en el Chi-Kung o Yoga Chino. Aquí existe la postura del árbol, o Zhan Zhuang, como se le conoce. Su posición es como abrazar un árbol, y su finalidad es lograr el equilibrio necesario entre la relajación y la actividad muscular, lo cual hace que aumente la energía interna y disminuya el estrés.
Se ha podido comprobar, que pacientes enfermos que han podido observar a los árboles a través de sus ventanas, han tenido una mejora más rápida y han utilizado menos medicación en su tratamiento.
En términos generales, todo ser vivo es energía, es decir, que al igual que los seres humanos, los árboles tiene la suya propia.
Te invito a abrazar un árbol siempre que tengas la oportunidad. Camina entre los árboles, elige uno, abrázalo, cierra los ojos y ponte en su lugar. Siente cómo sus raíces están enterradas tomando contacto con el mundo terrenal y sus ramas se alzan hacia el cielo en un contacto directo con el mundo más espiritual. Sentirás entonces la energía que desprende el árbol, en un contacto directo con la naturaleza, entrando en sintonía, ayudándonos a restablecer nuestro equilibrio interior, sintiendo una sensación de bienestar, tranquilidad, serenidad.
Al contrario que nos puede suceder con las personas, que al abrazarnos, en algunas ocasiones notamos pérdidas de energía debido a factores emocionales, con un árbol nunca nos descargará, al revés, siempre notaremos esa sensación de que nos “carga las pilas”.
Cada vez más personas han comprobado los beneficios de abrazar los árboles y yo lo he podido experimentar este fin de semana en La Fageda de Jordà, un entorno espectacular, perteneciente a la Provincia de Gerona (Cataluña) y de la cual son algunas de estas fotos. Allí encontraréis un lugar especial donde poner en práctica lo comentado.
Abraza a un árbol agradeciéndole su función en el mundo natural y él te devolverá en su abrazo el equilibrio emocional que necesitas, en un gesto de amistad.
Es maravilloso poder abrazar un árbol no se Me había ocurrido Este fin de semana me vota un parque y buscaré el árbol qué más me guste Estoy súper emocionada nesecito ese abrazo la vibra que me va a producir será espectacular Un abrazo
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Marta, yo lo hago siempre que tengo ocasión, me da paz y te conecta directamente con la naturaleza y con quien realmente somos. Aunque sea sólo por unos segundos, de vez en cuando tenemos que recordar de dónde venimos! Sin ellos, no existiríamos! Un besote y de nuevo, enhorabuena por el blog!
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Me alegro mucho que lo practiques habitualmente. Como bien dices, sin ellos no existiríamos. Gracias por compartir con todos nosotros tu experiencia. Un besote muy grande.
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A ver si vamos de excursión a un bosque chulo, y me dedicaré a repartir abrazos. 😉
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