LOS INICIOS DE APAPACHAME
Recuerdo mi primera experiencia culinaria “a lo grande”. Era el año 2000 y con ello el sueño de viajar al viejo continente se cristalizaba después de muchos sacrificios, ahorros guardados y hasta renunciar a un trabajo.
Tres meses estuve por Europa, además de lo maravilloso de viajar, conocer sitios encantadores, disfrutar de los medios de transporte tan ajenos a lo que se tiene en México; el tren y el ferry fueron sin duda cosas que marcaron el camino. Sin embargo, algo que recuerdo muy bien, era llegar a un nuevo país en el que muchas veces ni el castellano, ni el inglés era bien aceptado o comprendido y había que pedir la comida “a señas” sin más que dejarse llevar por el instinto de lo que se veía pues muchas veces no se sabía ni lo que estaba comiendo.
Fue ahí cuando entendí que una cultura se conoce por sus sabores, sus colores y los aromas. Alguna vez me dijeron que México huele a maíz. ¡Y es verdad!. Con todo esto, ya está más claro de dónde vengo.
El gusto por transmitir a la gente de otras culturas la afición por los sabores, lo diferente que puede ser una cocina o bien, lo poco que sabemos unos de los otros. Me ha permitido abrirme al estudio de la cocina mexicana, además de valorar las cualidades de los que se dedican profesionalmente a cocinar y los que como aficionados nos vamos formando con todo aquello que leemos, vemos, probamos, pero sobre todo experimentamos.
Una vez viviendo en Europa y compartiendo mi día con personas de otros países decidí ser la anfitriona de muchas cenas y reuniones en casa. Después de todo me encanta la gente y aprender de ella, de sus usos y costumbres. Siempre decían los invitados que la casa era una sede más de la ONU y es que viviendo en una ciudad como Barcelona no es nada difícil convivir escuchando catalán, francés, inglés, “español de Perú o el que te digan: hablas mexicano”, pakistaní, etc.
Todo esto se trasladó al gusto por dar a conocer lo que comía y así empezó en forma la aventura… Participando en eventos de culturas hispánicas, impartiendo pequeñas conferencias sobre mis orígenes, colaborando con otras entidades y después con la comercialización de productos auténticos. Cada vez más eran los que se sumaban al gusto y la afición por probar cosas exóticas (de otro mundo).
Después de muchos años dedicada a ello, un día retome la comunicación después de años con un buen amigo; le comenté mi afición, lo maravillada que me quedaba con la elaboración de ciertos platos o el deleite de probar nuestros sabores. Ambos coincidimos y decidimos aprovechar nuestra experiencia, afición y así el poder complementarnos para crear: APAPACHAME.
De México a Italia, viviendo en España y relacionándonos con amigos de todas partes del mundo; nace en 2015: APAPACHAME.
Conseguir el nombre no fue difícil ya que compartiendo de nuestra cultura nos remitimos al verbo náhuatl (lengua mexicana) que proviene del vocablo papachoa o papatzoa; en su significado común quiere decir “dar cariño”. Sin embargo, hay un sentido más profundo que la clase culta de los aztecas le daba y que se refleja en el sentido que le dan los mexicanos: “abrazar o acariciar con el ALMA”. Nos encanta la palabra, esperamos a ti también.
Definimos nuestro concepto como: talleres gastronómicos, culturales, didácticos e itinerantes entre amigos aficionados a la cocina. Utilizando ingredientes auténticos, de calidad y sobre todo bio. Todo ello, con la finalidad de cuidar nuestra salud.
Además, nos inspiramos en el concepto de “slow food” que surgió como respuesta a la comida rápida. Siendo un movimiento internacional nacido en Italia fundado por Carlo Petrini en 1986. Que se contrapone a la estandarización del gusto en la gastronomía, y promueve la difusión de una nueva filosofía que combina placer y conocimiento.
Nos identificamos con los valores: esfuerzo, compromiso, innovación, aprendizaje, atención personalizada, difusión cultural y responsabilidad social (compromiso contra la pobreza infantil destinando un porcentaje de nuestras actividades a la ONG http://www.helpchildrenbcn.org).
Con APAPACHAME queremos volver a nuestros orígenes (nuestros países), volver a la tierra (a los ingredientes de calidad), volver a cuidar los hábitos de alimentación y preparación. Pero sobre todo, volver a sentarnos a la mesa entre amigos, darnos el tiempo para elaborar lo que disfrutaremos en compañía y de este modo “apapacharnos”, es decir, cuidarnos y querernos a nosotros mismos.
Esperamos nos des la oportunidad de compartir y degustar este proyecto que con tanto cariño hemos pensado y querido compartir. ¡Se bienvenid@!
Apapachame
“Cocinamos despacio, ¡por sabor!”
(Las fotos de este artículo han sido realizadas por Daniel Álvarez, colaborador habitual de este blog)
Debe estar conectado para enviar un comentario.