ALBET I NOYA, PIONEROS EN VIÑAS Y VINOS ECOLÓGICOS
Esta mañana hemos ido mi pareja y yo, a visitar las Bodegas de Albet i Noya , que están situadas en Sant Pau d’Ordal, en la zona de Subirats, comarca del Penedès (Cataluña).
Nada más llegar nos ha recibido la jefa de protocolo, Kenya, una perrita muy viejita y cariñosa que nos ha acompañado en parte de la ruta, asegurándose que Clara, nuestra guía, una chica muy simpática y vital, no se dejara ningún detalle en sus explicaciones, enseñándonos de una manera muy sencilla la historia de la bodega, así como una breve explicación de todo el proceso de elaboración de los vinos ecológicos.
Aunque antes de empezar la visita guiada, hemos tenido la oportunidad de visitar un rincón muy especial. Destacar, que en el interior de la Masia Can Vendrell, que es como se llama originariamente la bodega, en las escaleras modernistas que dan acceso a la vivienda de la familia, el pintor Joan Raven, ha querido dar un pequeño homenaje en su obra «Peldaños de alquimia», a todas las tareas propias de la vitivinicultura que se realizan en la bodega de la familia, donde se muestra un total respeto hacia la naturaleza.
De los vinos ecológicos se habla mucho estos últimos años, pero Albet i Noya empezó su elaboración alrededor de los años 80 cuando aún no existía toda esta corriente, por lo que fueron pioneros. Señalar que no sólo elaboran vinos ecológicos, sino también biodinámicos, teniendo entre sus objetivos, la recuperación de variedades de vid, que estaban olvidadas hasta ahora, haciendo de ellos vino de altísima calidad.
Ha sido curioso conocer la elaboración de vinos ecológicos, ya que es como trabajar codo con codo con la naturaleza. Es decir, intentan reducir a la mínima expresión el impacto ambiental en todo el proceso, utilizando herramientas que les da la naturaleza, ya sea a través del uso por ejemplo, de «abono en verde», para el drenaje del agua y posterior abono, de murciélagos para controlar los insectos e incluso de erizos, para los gusanos. Una vez que te dan todos los detalles, lo increíble es que se trabaje de otra manera.
Me ha gustado mucho por parte de la bodega, entre otras cosas la poda y recogida manual de la uva, creando empleo periódico, por lo que los grupos de trabajo se repiten, en un ambiente familiar, rodeando las bodegas de energía positiva.
Al finalizar la visita, como en toda bodega que se precie, hemos hecho una cata de vinos blancos y tintos, todos ellos buenísimos, aunque de todos ellos me quedo con la curiosidad de probar dos blancos elaborados con la variedad «Xarel.lo», pero uno de ellos ha sido almacenado en barrica de madera y otro en un deposito de cemento en forma de huevo (con esto se evita transferir al vino aromas de madera) .
Además uno de ellos no tiene sulfitos, que para las personas que tienen intolerancia puede ser muy interesante, y todo eso sin renunciar al sabor.
Otra cosa curiosa ha sido el descubrir, que así como existe el cava, en el Penedès han sacado el «Clàssic del Penedès», (etiquetado como Penedès), que es un vino espumoso elaborado como el cava, pero al que le han puesto este nombre para desmarcarse. Como diferencia podríamos decir, que las burbujas que aparecen en copa son más finas y elegantes. Al final de la cata hemos tenido la oportunidad de probarlo y ¡Le deseamos mucha suerte en esta nueva aventura!
En resumen, para las personas que estéis interesadas en el mundo del vino y especialmente del ecológico y biodinámico, os animo a visitar esta bodega y descubrir cómo a través de la elección de un vino ecológico también podemos poner nuestro granito de arena a mejorar nuestro entorno y con él nuestro bienestar.
(Las fotos de este artículo han sido realizadas por Daniel Álvarez, colaborador habitual de este blog)
Interesante artículo, estoy tomando nota para realizar una escapada y visitar la bodega.
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